Como había mencionado en
mi introducción al blog, me interesa que este también sea un espacio para
personas que han tenido alguna experiencia con el nudismo o con manifestaciones
artísticas que involucren los desnudos o semidesnudos. Entre mis contactos tengo
a una estimada conocida mía llamada Miriam Esther, con la que tuve el honor de
compartir un Taller de Teatro en la Universidad de Sonora en 2011.
Miriam Esther es ahora madre de familia y una mujer trabajadora e inteligente que se preocupa por los demás y que manifiesta un desdén por muchos de los tabúes perjuiciosos de nuestros tiempos, como por ejemplo los prejuicios y represiones sociales en torno a la lactancia materna en áreas públicas, un tema que requiere de sus propias publicaciones. En esta ocasión, decidí hablar con Miriam para preguntarle sobre una excelente fotografía suya que me llamó la atención. Es una fotografía que demuestra vulnerabilidad y fortaleza a la vez, y que esta compuesta en blanco y negro con bellos claroscuros. Le pregunté a Miriam al respecto y generosamente no solo me compartió la historia detrás de la fotografía (inspirada por su trabajo en una de las clínicas principales de Hermosillo), sino algo de su visión del mundo, y me permitió el uso de su nombre y de la fotografía misma para la publicación.
A continuación, su historia:
Miriam Esther es ahora madre de familia y una mujer trabajadora e inteligente que se preocupa por los demás y que manifiesta un desdén por muchos de los tabúes perjuiciosos de nuestros tiempos, como por ejemplo los prejuicios y represiones sociales en torno a la lactancia materna en áreas públicas, un tema que requiere de sus propias publicaciones. En esta ocasión, decidí hablar con Miriam para preguntarle sobre una excelente fotografía suya que me llamó la atención. Es una fotografía que demuestra vulnerabilidad y fortaleza a la vez, y que esta compuesta en blanco y negro con bellos claroscuros. Le pregunté a Miriam al respecto y generosamente no solo me compartió la historia detrás de la fotografía (inspirada por su trabajo en una de las clínicas principales de Hermosillo), sino algo de su visión del mundo, y me permitió el uso de su nombre y de la fotografía misma para la publicación.
A continuación, su historia:
Mi fotografía es
"casera" la tomó una amiga (Itzel Bernal) que cursaba comunicación.
La toma nació de mí, mi cabello usualmente siempre lo traía largo. Compartí
experiencias en diferentes hospitales con personas afectados por cáncer y todas
las niñas o mujeres siempre acariciaban mi cabello, supongo que porque es
considerado como símbolo de feminidad y algo que marca tajantemente la
enfermedad. Así que decidí donar mi cabello y esta foto fue antes de cortarlo,
el semidesnudo para mi significa el apoyo a la mujer dañada por el cáncer de
mama.
Si te fijas mi brazo esta
doblado, como parte de una mujer que cubre sus senos o la falta de uno. A pesar
de que tengan años con el extirpe del seno, inocentemente o inconscientemente
siempre se cubren.
Fue mi primera vez, nunca
había posado para una foto. Soy de pensamientos críticos, siempre estoy haciéndome
cuestionamientos y también tengo un lado un tanto espiritual. Después de 3 años
de maternidad, de cambiar mi vida laboral, sabía que tenía que reflejar algunos
cambios en mí de manera externa, ya que internamente lo había hecho. Así que
decidí cortar mi cabello el día de mi cumpleaños 26. Para unos inicie siendo
otra por el cambio de look, introspectivamente lo inicie dándole un regalo a
alguien más, después de todo mi cabello se verá bonito en otra cabecita.
Luego comprendes el papel
de la vanidad. Hay quienes decoloran su cabello miles de veces por gusto o como
te repito vanidad o bien quien lo corta por "cerrar ciclos" y lo
desperdicia y hay quienes quisieran solo tenerlo así simple, sencillo, natural.
Si en algunas de tus
facetas te dejas el cabello largo dónalo. Muy bonita experiencia. Alinear
emociones, expresarlas y liberarlas compartiendo. Todo plasmado en una imagen.
Muchas gracias de nuevo a
Miriam Esther por compartir su tiempo y su testimonio de manera tan generosa.
Le pedí la historia antes de mostrarle el blog y platicarle algo de lo que se
intenta a hacer con él, y accedió gustosa a participar. Espero que otras
personas se animen a aprovechar a compartir este espacio y sus experiencias.
El desnudo o semidesnudo
artístico tiene una historia larga en todas las artes y podemos ver como
adquiere distintos significados. En el caso de esta fotografía, vemos la
solidaridad con aquellas mujeres afectadas por el cáncer de mamá, así como una
empatía y necesidad de reflejar ese aspecto que es parcialmente vulnerable,
pero también fuerte y lleno de dignidad. Un excelente trabajo artístico se
logra tanto por la estética como por el elemento ético que lleva a su
realización, y podemos verlo bien en este caso.
En todas las ciudades de
México existen hospitales y clínicas que aceptan donaciones de cabellos para
pelucas oncológicas. Tomen en cuenta eso (y lleven bolsas para tener a la mano)
y donen cuando se corten el cabello. Tiene más valor de lo que uno pueda
pensar.
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